Aún se desconoce el motivo inspirador de esta obra, por lo que cabe pensar en la iniciativa espontánea del autor. Pablo Diácono conoció la "Gética" de Jordanés, la "Historia Francorum" de Gregorio de Tours y la "Historia Eclesiástica Gentis Anglorum" de Beda.
El otro gran pueblo germánico, el lombardo, tendrá también su historia, aunque no hay que pensar que Pablo Diácono tuviese un profundo sentido de una comunidad germánica. No obstante, cuando escribe sobre su pueblo, lo hace con orgullo, especialmente cuando delinea la descendencia del mismo, reproduciendo con gran dolor las discordias internas y guerras civiles,presentando una postura más "pacifista" referente a este tema que en la Historia Romana.
Aunque la Historia Longobardorum es general, tiene como centro la corte de Pavía. La casi totalidad de los hechos recordados se desarrollan en esta zona de Italia. Tampoco el autor es ajeno a una especie de patriotismo eclesiástico o diocesano, que se manifiesta al acentuar la grandeza de la Iglesia de Pavía frente a la metropolitana de Milán.
Pese a todo, Pablo Diácono contemplaba al pueblo lombardo como una unidad étnica reunida, en el plano político, bajo la mano de una monarquía, que era la expresión y el instrumento de esta unidad.
El gusto por lo anecdótico aflora frecuentemente en la Historia Longobardorum, y poco importa que con ello se interrumpa el ritmo del discurso, rompiendo la secuencia literaria a veces monótona, de reyes, batallas y rebeliones.
Entre las anécdotas que el Diácono refiere, se encuentran las que aluden a la mujer. Entre las muchas figuras femeninas de la Historia Longobardorum, hay pocas que alcancenun alto nivel moral a su juicio. Cuando una mujer se mezcla en los hechos políticos, los resultados o las derivaciones de los mismos suelen ser totalmente perniciosos. Esto mismo suele atribuir el autor a las mujeres bellas, que él son igualmente peligrosas.
Como en la Historia Romana, también en la Historia Longobardorum, la religiosidad del autor queda encubierta, de tal manera que no se diría la obra de un monje.
Silencia algún aspecto de su pueblo en los primeros tiempos, especialmente el tema religioso (se obvia el paganismo original de los lombardos y su posterior extravío por la herejía arriana).
Sin embargo, lo que más sorprende, es que pasa muy sutilmente òr alto mencionar la conversión de los lombardos al catolicismo, sólo puede pensarse que, omitiéndolo, elude la necesidad de poner de relieve la precedente herejía de su pueblo.
La importancia, como fuente, de la obra histórica de Pablo Diácono, es enorme, ya que sin ella nuestro conocimiento de casi dos siglos de historia italiana se hubiese reducido prácticamente a nada.
El otro gran pueblo germánico, el lombardo, tendrá también su historia, aunque no hay que pensar que Pablo Diácono tuviese un profundo sentido de una comunidad germánica. No obstante, cuando escribe sobre su pueblo, lo hace con orgullo, especialmente cuando delinea la descendencia del mismo, reproduciendo con gran dolor las discordias internas y guerras civiles,presentando una postura más "pacifista" referente a este tema que en la Historia Romana.
Aunque la Historia Longobardorum es general, tiene como centro la corte de Pavía. La casi totalidad de los hechos recordados se desarrollan en esta zona de Italia. Tampoco el autor es ajeno a una especie de patriotismo eclesiástico o diocesano, que se manifiesta al acentuar la grandeza de la Iglesia de Pavía frente a la metropolitana de Milán.
Pese a todo, Pablo Diácono contemplaba al pueblo lombardo como una unidad étnica reunida, en el plano político, bajo la mano de una monarquía, que era la expresión y el instrumento de esta unidad.
El gusto por lo anecdótico aflora frecuentemente en la Historia Longobardorum, y poco importa que con ello se interrumpa el ritmo del discurso, rompiendo la secuencia literaria a veces monótona, de reyes, batallas y rebeliones.
Entre las anécdotas que el Diácono refiere, se encuentran las que aluden a la mujer. Entre las muchas figuras femeninas de la Historia Longobardorum, hay pocas que alcancenun alto nivel moral a su juicio. Cuando una mujer se mezcla en los hechos políticos, los resultados o las derivaciones de los mismos suelen ser totalmente perniciosos. Esto mismo suele atribuir el autor a las mujeres bellas, que él son igualmente peligrosas.
Como en la Historia Romana, también en la Historia Longobardorum, la religiosidad del autor queda encubierta, de tal manera que no se diría la obra de un monje.
Silencia algún aspecto de su pueblo en los primeros tiempos, especialmente el tema religioso (se obvia el paganismo original de los lombardos y su posterior extravío por la herejía arriana).
Sin embargo, lo que más sorprende, es que pasa muy sutilmente òr alto mencionar la conversión de los lombardos al catolicismo, sólo puede pensarse que, omitiéndolo, elude la necesidad de poner de relieve la precedente herejía de su pueblo.
La importancia, como fuente, de la obra histórica de Pablo Diácono, es enorme, ya que sin ella nuestro conocimiento de casi dos siglos de historia italiana se hubiese reducido prácticamente a nada.